sábado, 17 de marzo de 2012

ONE SHOT. LOUIS TOMLINSON Y TU.

La tarde es cálida y las hojas de otoño caen suavemente sobre el suelo. (_____) baja de su escarabajo azul y suspira colocándose el pelo. El primer día de algo siempre te pone nerviosa. Recorre el pasillo exterior de su nueva academia y mira las instalaciones, todo es agradable.

(Narra (_____) )

 Escucho una especie de sirena que parece ser que marca el inicio de las clases, encuentro mi aula y veo que bastante gente ya está reunida dentro. Toco a la puerta y todo el mundo se gira.

 -Buenos días, soy (_____).- me presento.
-Hola.- dice una chica marcándome una ancha sonrisa.- soy Perry, soy la encargada de la compañía de teatro.
-Encantada.- sonrío.
-Ven, te presentaré al resto.- me guía hasta donde está todo el gentío y comienzan a saludarme.
-Chicos, ella es (____), será la suplente en la obra y hoy es su primer día, así que tratadla bien.

 Los saludé a todos y terminé presentándome a un chico moreno de ojos azul grisáceo.

 -Hola, soy (____).- digo sonando alegre.
-Encantado.- aunque no parece estarlo.- soy Louis.- me tuerce el gesto.- supongo que seré tu compañero de escena. Gracias por quitarle el puesto a la otra chica.- dice sarcásticamente.
-Pero…- ¿quitar el puesto?

 A mi tan sólo me habían llamado para hacer la sustitución en una obra de teatro. La chica en cuestión había abandonado al equipo.

 - - -

 Después de casi un mes me enteré del porqué de la bordería del chico. Al parecer le gustaba esa tal, Ellen, la cual les había dejado tirados a todos por hacer un musical a las afueras de Londres.

 -Vamos chicos, desde el balcón.- dice el regidor.

 Subo los escalones del balcón de cartón-piedra para hacer una de las escenas que da igual las veces que repitamos, es con Louis, y cualquier escena que hago con él me pone como una furia. Es demasiado perfeccionista, nunca le vale nada. Le veo ponerse en su sitio y me articula un, no te equivoques, entre dientes. Gruño y apoyo mi mano en mi mejilla, mientras las voz de Louis se cuela en lo más hondo de mí. 

-… si sus ojos resplandecieran como astros en el cielo, bastaría su luz para ahogar los restantes como el brillo del sol mata el de una antorcha. ¡Tal torrente de luz brotaría de sus ojos, que haría despertar a las aves a media noche, y entonar su canción como si hubiese venido la aurora! Ahora pone la mano en la mejilla. ¿Quién pudiera tocarla como el guante que la cubre?

 Cierro con fuerza los ojos y me meto todo lo que puedo en mi papel. Me relajo y comienzo a hablar.

-¡Ay de mí!.- suspiro. Seguro que si Shakespeare levantara la cabeza me diría con más tranquilidad que no lo he hecho del todo bien. No como este inútil que ya esta dispuesto a abrir la boca para decirme algo. Pero para mi sorpresa sigue con su parte.

-¡Habló! Vuelvo a sentir su voz. ¡Ángel de amores que en medio de la noche te me apareces, cual nuncio de los cielos a la atónita vista de los mortales, que deslumbrados le miran traspasar con vuelo rapidísimo las esferas, y mecerse en las alas de las nubes!

 …nubes, nubes, nubes. Sé que tengo que entrar, pero una vez más me he quedado en blanco. Joder. 

-Perdón.- me disculpo y hundo mi cabeza entre mis manos.
-Tranquila.- dice Charles, el regidor.- volveremos a intentarlo. 5 minutos de descanso.
-Gracias.- digo y bajo de mi sitio.
-Bonita, podrías darte cuenta de que no es tan difícil.- me recrimina.
-Ya he pedido perdón.- aprieto los dientes.- ¿qué pasa?, ¿nunca te has equivocado?
-Sí, pero llevas casi un mes aquí. ¿No crees que te podrías aprender las 2 frasecitas que tiene la escena.
-¿Dos frasecitas?
-Dos chorradas, no vengas con escusas. Yo sé lo mio, así que aplícate el cuento. Te recuerdo que esta obra se estrena en 3 semanas.- dice y tengo que coger aire frente a sus ojos azules.
-Te odio.- digo con firmeza y me voy a sacar una botella de agua de la maquina.

 - - -

 Estamos a una semana del estreno. Estoy terminándome mi sándwich en la cafetería, noto una mano en mi hombre y me giro con la peor de mis caras por si tengo que mandar a la mierda a mi estúpido compañero. 

-¿Qué?.- bacilo.
-(____).- dice Perry, la encargada.- ¿te molesto?
-No, no, perdón. Sólo ha sido… un mal día.- cuando pienso en Louis tiendo a eso.- Lo siento. ¿Qué ocurre?
-Veras, sabemos que aún estáis estancados en la escena del balcón. Ya he tenido esta conversación con Louis. ¿Podrías ensayar con él por las tardes?, os he reservado el teatro de 5 a 7.
-Sí, claro.- sonrío falsamente.- aquí estaré.
-Muy bien, nos vemos mañana.- se marcha.

 Trago el último bocado del sándwich y mi mente se nubla un poco. Idiota, idiota, idiota. ¿Cómo puedes ser tan idiota?. Sal de mi maldita cabeza.

 - - -

-¿Louis?.- pregunto entrando al teatro.
-Llegas tarde.- dice sin mirarme corriendo el telón.- son y diez.
-Lo siento.
-Tu solo sabes decir lo siento.- se gira torciéndome una sonrisa y se coloca bien el pelo. Por un momento creo que el foco de luz del centro me odia, porque no para de hacer que sus ojos se vean aun más bonitos de lo que lo son.
 -Te pido que no empecemos. Hagamos nuestro trabajo y en paz.- digo dejando mi bolso y subiendo al escenario.

 Y antes de subir de nuevo a ese prototipo de balcón de mala calidad sin querer coloco mal mi pie haciendo que tanto eso como todo el atrezo vuelque. Miro a Louis con los labios entrecerrados y pidiendo disculpas con los ojos.

 -No lo digas anda.- dice y se va a por los papeles.- toma.- me los tiende.
-No los necesito, lo sé de memoria.
-Eso es un logro.- sonríe. No sabía que podía sonreír de esa manera.
-Lo haré desde aquí.
-¿Y que otro sitio te queda?, te acabas de cargar el decorado.
-Que ya lo se.- me separo unos cuantos metros de él y cojo aire.
-(___).- pronuncia con tranquilidad.- No te equivoques.- dice y esta vez no me lo reprocha si no que me anima.

 Él comienza a hablar y sin quererlo me embobo como una idiota mirándole, escucho que dice lo de la maldita mejilla y me apremio para cruzarme de brazos y apoyarme sobre mi mejilla.

 -… ahora pone la mano en la mejilla. ¿Quién pudiera tocarla como el guante que la cubre?

-¡Ay de mí!.- suspiro y elevo la cabeza.

 -¡Habló! Vuelvo a sentir su voz. ¡Ángel de amores que en medio de la noche te me apareces, cual nuncio de los cielos a la atónita vista de los mortales, que deslumbrados le miran traspasar con vuelo rapidísimo las esferas, y mecerse en las alas de las nubes!.-mientras termina su frase no puedo evitar reírme un poco. Me acerco poco a poco, ya que sin el balcón de por medio puedo ensayar con él sin tanta distancia.

-¡Romeo, Romeo! ¿Por qué eres tú Romeo? ¿Por qué no reniegas del nombre de…- mierda.

-De tu padre.- dice Louis.

-Que sí, que sí.- suspiro.- ¿Por qué no reniegas del nombre de tu padre y de tu madre? Y si no tienes valor para tanto, ámame,.- y con esta inútil palabra que suelto una ola de calor me recorre la nuca, Louis se me acerca y clava sus ojos en mi, siento que me traspasa, que soy transparente. Que soy débil y pequeñita con su mirada pendiente de mí. Tartamudeo el final.-… y no… no me tendré por.- toso.- por Capuleto.

-¿Qué hago, seguirla oyendo o hablar?.- Louis se acerca más todavía y pasa mi pelo tras mis orejas. No le entiendo y mil sensaciones me recorren por dentro a la vez.

 -Louis… ¿qué haces?.- pregunto mientras él me corta el aire acercándose poco a poco a mi cuello.

-Eso no aparece en el texto.- sube y vuelve a mirarme a los ojos. Mando a la mierda lo de no entenderle. Mis rodillas tiemblan mientras noto el tacto de sus manos.

-Louis.- casi suspiro.

-Continua (______).- noto un leve beso en el cuello. Si pudiera soltarme de entre sus brazos le patearía en toda la entrepierna, pero es que no quiero que me suelte de entre sus brazos.

-No eres tú mi enemigo. Es el nombre de Montesco, que llevas. ¿Y qué quiere decir Montesco? No es pie…- vuelve a enfrentar a su boca contra mi cuello.- ni mano.- suspiro mientras coge mi mano y lo lleva hasta la altura de nuestro rostro. Entrelaza nuestros dedos y tengo que cerrar los ojos para intentar recordar lo que viene después.- ni brazo…- baja ambos tirantes, el de la camiseta y el del sujetador. Noto su húmeda boca recorrer mi hombro. Es extraño, pero necesito sus besos.-… ni semblante ni pedazo alguno de la naturaleza humana. ¿Por qué no tomas otro nombre?.- cojo su cara entre mis manos y le obligo a mirarme, pero mientras lo hace sus manos se están deshaciendo de mi ropa.- la rosa no dejaría de ser rosa, y de esparcir su aroma, aunque se llamase de otro modo. De igual suerte.- rebusco por sus caderas el enganche de los tirantes. Quiero desabrocharlo, quiero saborearle.-… mi querido Romeo, aunque tuviese otro nombre, conservaría todas las buenas cualidades de su alma,.- me vuelve a mirar, paso las manos por su pelo y me estremezco con el vaivén de sus dedos correteando por mi espalda.-… que no le vienen por herencia. Deja tu nombre, Romeo,.- tarda 2 segundos en trastear el enganche de mi sujetador, me lo quita y yo vuelvo a morirme por saborear su boca.-…y en cambio de tu nombre que no es cosa alguna sustancial…- tiro de su camiseta, me estorba tanta rayita, necesito sentir su piel contra la mía. De un rápido movimiento se la arrebato y la tiro con fuerza por los asiento de primera fila.-… Louis.- pronuncio su nombre, el cual claramente no aparece en ningún guión, ni si quiera en el de mi vida.- …tómame entera.

-Ves como si te podías aprender el papel.- dice pegándome a él. Ahora mismo mi cordura ha desaparecido. Mis 5 sentidos solo me repiten una palabra.

 Louis.

 ____narrador externo____

 -¿Qué estamos haciendo?.- pregunta ella muriéndose aún por probar los labios del muchacho.
-¿Qué crees que estamos haciendo?.- dice él casi riendo. Se escucha la cremallera de los vaqueros de (______).
-No te gusto.- dice deshaciéndose con un siguiente beso en el cuello que Louis le da.
-No te gusto.- afirma también él cogiéndole de las caderas.- pero aun así mueres por probarme.
-Chulo.- dice con seriedad.- eres un creído.- dice mientras mete las manos bajo los pantalones de Louis. Las pega a su trasero y se pone algo colorada viendo como el chico puede con ella y se está mordiendo el labio inferior.
-Te acabas de dejar desnudar por un chulo.- él introduce una mano bajo la ropa interior de (______), de los pantalones se ha deshecho en segundos.- por un creído.- dice en su oído. Ella coge todo el aire que puede mientras Louis le acaricia con picardía.- ¿Y bien?
-Que para ser un chulo eres muy lento.- (____) se relame los labios y coge la mano del chico indicándole que aumente la velocidad. Él baja la cabeza y le recorre entera con la mirada. Ella por un momento se frustra y agarra de nuevo la cara del chico.- eh.- dice como puede.- nunca he dejado que me bese ningún chulo.- ella se deshace de los slips de Louis cuando este para de jugar con su mano. Se yergue y se topa de nuevo con esa mirada azul grisácea.
 -No te creo.- dice él agarrándola del trasero mientras la recuesta sobre él en el frio suelo.
 -Siempre pido disculpas y siempre digo la verdad.- se acerca a su boca. Louis cierra los ojos y se adueña con ansia de sus labios.
 -Pues ahora dime una mentira.- dice y vuelve a besarla con ganas.
 -No quiero ser tuya.- Louis queda entre las rodillas de la chica. (____) baja hasta su abdomen y empieza a recorrer con su lengua el torso del chico.- Nunca seré tuya.- baja sus manos por el cuerpo de Louis.
-(_____).- Louis empieza a gemir su nombre. Nunca ninguna tía le había masturbado de esa manera. Era algo salvaje.- (_____).



-¿Me tienes miedo?.- dice el besándole en el pecho. Acaban de cambiar sus posiciones. Las caricias de Louis le están haciendo casi rozar el cielo.
-No.- le acaricia el pelo.
-¿Por qué tiemblas?.- le besa en el estómago y empieza a bajar la única prenda que les está separando de ser uno.
-Me haces temblar.- se levanta un poco y vuelve a besar al chico en los labios.
-Vuelve al suelo.- le acaricia el pelo de nuevo y le adapta de otra vez bajo él.
-Louis.- dice ella. Pues la chica que hace un momento estaba siempre dura y salvaje, se esta volviendo vulnerable.
-Shh.- dice él.- no pasará nada que no quieras que pase.

 (______) cierra los ojos removiéndose. Él chico sigue jugando con la lengua entre sus piernas mientras coge sus muslos con fuerza.


 -¿Por qué has sido así conmigo todo este tiempo?, tan borde…- dice ella acariciándole el torso mientras él se ha vuelto a adaptar encima.
-Por que ya fui dulce una vez, y me dejaron tirado a mí y a mi equipo. ¿Y si tu hubieras hecho lo mismo?
-Nunca.- le rodea la cintura con las piernas. Louis se amolda bajo su abrazo.- nunca.- suspira besándole en el cuello.


Y la única función que se esta representando en el suelo de ese teatro es la de una chica llegando a rozar el cielo a causa de un nuevo Romeo. Más chulo, mas prepotente quizá, pero un Romeo que está consiguiendo que se muera de amor.



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