ONE
SHOT NIALL Y TU
-¿De
verdad crees que son buenos?- le preguntas a tu compañera de
habitación.
-En
serio tia, pienso que eres la mejor de clase para esto, cualquier
escuela de ingeniería estará dispuesta a aceptarte.
-Eso
espero, aunque aún tengo que terminar el diseño de éste Mercedes.
-¿Es
el proyecto que vas a presentar?
-Aha.-
asientes.
- - -
No
puedes ser más feliz, pudiste presentar tu proyecto y ahora estás
allí, frente a la puerta del mejor despacho de ingenieros de todo
Irlanda. Ahora ya todo será serio, pero tu trabajo te había abierto
las puertas a esa oportunidad y no la puedes desaprovechar.
Todos
los grandes empezaron con cosas cutres y el que te hayan encargado
chica de los recados en prácticas no va a hacer decaer tu sueño.
-Hola.-
te saluda un chico pelirrojo no mucho más alto que tu.- tu debes ser
(____), la..
-Sí.-
sonríes.- la chica en prácticas.
-Encantado
(_____), soy Dustin. Verás, el puesto es simple, sin presiones, no
te agobies. Sé que no te echarán, he podido ver tu historial
académico de la universidad y tu proyecto fue fantástico.
-¿Qué
deberé hacer?.- dices repasando las mesas de oficina.
-En
este área solo trabajamos 6 personas y el jefe. Los recados serán
los básicos, fotocopias, cafés… aunque estoy seguro de que más
de una vez querrán contar con tu presencia para alguna reunión.
Creemos que vales para esto.
-Gracias.-
das una carcajada, ahí se le nota una gran faceta gay al chico, que
mono.
Miras
las puertas de los despachos de reuniones, hay 2 o 3 y al lado está
la del jefe. Pasas cerca de la puerta para ver el letrero y tu cara
se inunda de sorpresa al leer el nombre. Te acercas a Dustin que está
en su mesa arreglando unos papeles y le preguntas.
-No
me puedo creer que él sea nuestro jefe.- habías leído infinidad de
veces sobre sus proyectos de ingeniería. No te podías creer que
fuera a ser él, tu jefe.
-Oh,
sí, es bastante conocido en este mundo, tiene unos cuantos proyectos
notablemente buenos.
-¿Algunos?,
¿notablemente?, es el mejor en este campo.
-Es
bueno sí.- rie él y tu te relajas un poco riendo con él.- y
gracias por recordármelo. Debes ir a presentarte, supongo que te
pedirá algún recado ya.
Te
recompones y asientes. Te acercas hasta la puerta del despacho.
Respiras hondo, tienes que procurar no tirarte como una loca a
hablarle de sus proyectos ni cosas así. Recuerda que estás allí
por el puesto de trabajo.
Tocas
a la puerta y se escucha un, adelante, desde dentro. Una chica está
sentada tras un mostrador.
-Hola.-
te presentas.- soy (______), la nueva chica de los recados.
-Oh,
claro que sí, el jefe le estaba esperando.- sonríe y le devuelves
la sonrisa.
Abres
la puerta y le encuentras sentado en la mesa del despacho. Es
totalmente contrario a como sale en las fotos, a como te lo habías
imaginado. Está hablando por teléfono, con alguna empresa española
por lo que entiendes y se pasa de vez en cuando la mano por el pelo
ondeando ese remolino rubio.
Cierras
la puerta y se gira desde el lateral de la mesa en el que está
sentado. Te hace un gesto con la mano para que esperes un momento y
tu asientes avanzando hasta la mesa para sentarte en uno de los
sillones de alrededor.
Se
tira como 10 minutos más hablando en español y cuando cuelga marca
una sonrisa de victoria al parecer antes de dejar el móvil sobre la
mesa.
-Hola.-
dices como puedes.
¿Dónde
están sus gafas, o sus corbatas o su peinado? Lleva el pelo
revuelto, el polo desabrochado y las gafas han desaparecido. Nunca le
habías visto así en ninguna revista en la que se publican sus
proyectos.
Nota
como no dejas de mirarlo y muestra una perfecta sonrisa mientras
comienza a hablar.
-Que
mal hago siempre en dar ese tipo de fotos para las revistas, pero
digamos que me gusta mofarme de ellos un poco, ¿no soy tan feo,
no?.- pero si es jodidamente sexy.- encantado, soy tu jefe, Niall
Horan y a ti por lo visto se te ha olvidado hablar.
-Lo
siento, te imaginaba de otra manera. Ups, perdón. Le… le
imaginaba…distinto.
-Suele
pasar, pero tranquilízate, ya te digo que solo soy así para los
artículos de la prensa. Con mis empleados me gusta ser enrollado.-
te guiña el ojo.
-Estoy
algo sorprendida, soy gran fan de sus trabajos.
-Gracias-
dice sincero al parecer.- eres (____), ¿no?.- asientes.- hemos leído
tu historial y sabemos los avances que has hecho en la universidad.
-Nunca
imaginé llegar a trabajar en este despacho.
-De
momento céntrate en tu puesto, la gente aquí es simpática. No te
explotarán.- reís el comentario.
- - -
Grandísimo
hijo de puta, Niall Horan.
Llevas
allí una semana y mientras los demás te piden alguna cosa, minucias
por así decirlo, él no para de encargarte tareas y tareas, incluso
cosas que no deberían ser tu trabajo.
Son
las 11 de la mañana y llevas dos horas en la oficina, le has llevado
a todos el café y has hecho como 50 fotocopias. Aún tienes que
pasar a ordenador unos 15 documentos que escribió tu “majísimo”
jefe y para colmo hay cosas que debes traducir para esa estúpida
empresa española.
Ese
cabrón sale de su despacho con esa odiosa sonrisa en la cara y quita
la vista de su móvil para localizarte.
-(____).-
te llama y gruñes falsificando una sonrisa.
-¿Si?
-Toma.-
saca un pen drive.- hay unos 150 diseños que necesito que revises,
deben estar para mañana.
Dios,
150 diseños, tendrás que pasar la noche en vela, sin duda. Intentas
poner una excusa, la que sea.
-Verá
jefe, mi ordenador está estropeado, ¿podría darme de plazo hasta
la semana que viene?
-Por
supuesto que no señorita, los quiero revisados para mañana a
primera hora.- cerdo, cerdo, cerdo.- puede quedarse más tarde y usar
el ordenador de alguno de los empleados.
-Esta
bien.- coges el pen drive a regañadientes, encima de todo deberás
quedarte en el despacho.
Las
12 menos 20 de la noche, aún te quedan 69 diseños más revisar. Los
ojos se te cierran de sueño y estás reventada. Todos hace horas que
se fueron menos ese gilipollas que siempre se queda algo de rato más.
Sale
de su despacho y se va hacia la maquina de café, al parecer le queda
un rato para marcharse. Bah, que se joda, que tu tampoco te puedes ir
a casa.
-¿Cómo
lo llevas?.- pregunta a tu lado provocándote pegar un bote.
-Creí
que me costaría más, pero ya tengo más de la mitad.
-¿Ah
sí?.- parece asombrado.- la felicito. Espero que no le moleste
también echar un vistazo a estos papeles, hay que cuadras unas
cuentas.
¿Qué?,
NO, NO Y NO. Ya es demasiado.
-Pero,
señor Horan, confiaba en poder regresar a casa, es casi media noche.
-Lo
siento, (____), es el trabajo.- dice quitándole importancia y
yéndose al despacho a buscar los papeles de las cuentas.
No,
no y no.
Te
levantas y te metes a su despacho. Primero lo dudas, como le toques
las narices te echará y puedes tener claro que ese capullo podrá
hacer que no te admitan en ningún otro despacho.
Pero
no aguantas más.
-Creo
que no es justo que me quede está noche más tiempo.- dices alzando
la cabeza.
Te
mira desde su mesa entrecerrando los ojos, desafiante y rebuscando
por el cajón, tragas saliva y suavizas lo que has dicho haciéndole
notar su puesto.
-…jefe.-
agachas la cabeza.
-Todos
tenemos obligaciones, como podrá comprobar, yo tampoco me he ido aún
a casa.
-Pero…-
te quejas, vas a explotar.
-Nada
de peros, aquí hay unas obligaciones que cumplir.
-No
me parece justo.- le dices, más a la ventana que a él.
-¿Cómo
dice?.- ves por el rabillo del ojo que se ha levantado.
-Esto…
¿qué porque yo?, joder. ¡Ha entrado más gente en prácticas por
aquí y no hacen lo que yo hago!, mi trabajo ahora mismo no es ni
mirar diseños, ni cuadrar cuentas, ni… ser tratada así. Llegue
aquí creyendo que podría acceder al puesto de trabajo con el que
siempre he soñado y en cambio lo que estoy haciendo es amargarme con
todo completamente. Y déjeme decirle que me considero más que
valida para cualquiera de los puestos, no para ocuparme de los
recados.
Se
acerca y se pone a tu altura. Vuelves a tragar saliva. “Despedida”
saldrá de su boca dentro de escasos segundos, lo presientes. Te
agarra la mandíbula con una mano, te topas con esa odiosa sonrisa
por enésima vez.
-Tu
misma de calificas de inteligente y cualificada y no has entendido
nada en esta semana.
-¿Eh?-
se te corta la voz.
-Las
reuniones asolas cuando se marchaban los accionistas.- empieza a
susurrar en tu oído.- los pedidos que has tenido que traerme
personalmente al despacho… y los diseños que estás revisando que
son de hace 2 años y ya no nos sirven de nada.
-Eres
un capullo.- le apartas con brusquedad, él suelta una leve carcajada
y la impotencia termina de recorrerte por dentro. Cierras la mano en
puño y esperas darle tal golpe que haga que se acuerde el resto de
su vida.
-Ah-ah.-
coloca su mano a modo de escudo y te agarra con fuerza el puño.- no
hagas nada de lo que te puedas arrepentir.
-¿Arrepentirme
de darle una buena tunda a un capullo?, no creo.
-Un
capullo.- agarra tu cintura y te pega a él.- eso significaría que
ahora mismo no estarías dispuesta a esto- tus piernas flojean y te
dejas llevar hacia atrás.- que no me dejarías agarrarte.- pronuncia
con ganas la última palabra mientras coge tu trasero entre sus
manos.- y sentarte sobre esta estúpida mesa de despacho.- tus pies
dejan de tocar el suelo y te quedas sobre el frío mármol del
despacho de tu jefe.- y significaría que no me dejarías ni rozar
tus labios.- susurran sus labios a milímetros de los tuyos.
¿Qué
coño estás haciendo?, tu ibas a quejarte, a mandarlo a la mierda, a
cerrar de un portazo y a marcharte a casa a dormir. Cobarde. Cobarde
por haber caído en el abismo de esos ojos color cielo.
¿Y
si quiere que hagas lo que sea con él para que puedas acceder al
puesto?, ¿vas a hacerlo?, no, márchate de allí antes de hacer
cualquier tontería. Márchate antes de que consiga si quiera
acariciarte los labios aunque te estés muriendo de ganas.
Ya.
Lo imaginaba, ninguna se resistiría. Acabas de agarrar el cuello de
su polo color rojo y lo has pegado a ti mostrándole esas terribles
ganas que tienes de él. Sus labios recorren enteros los tuyos, ni un
rastro se dejan a su paso.
-¿Es
así como tratas a todas las que están en prácticas?, ¿a todas las
chicas?.- muestras una sonrisa desafiantes y le impides que meta sus
manos bajo tu blusa.
-No
creo que seas, todas las chicas.- tus ojos se abren de par en par
ante ese comentario y le dejas conseguir su objetivo. Las cálidas
palmas de sus manos rozan tus caderas bajo tu ropa y vuelves a
enfrentar tu boca con la suya.
(narrador
externo)
Le
queda cada vez menos para conseguir obtener lo que lleva deseando una
larga semana, hacerla suya y solo suya. Cada vez le queda menos.
Desabrocha un primer botón, un segundo, un tercero… ¡PAM!
-¿Qué
ha sido eso?.- pregunta ella clavando sus dedos en los hombros de él.
-Han
saltado los plomos, ¿miedo a la oscuridad?
-Sí.-
él ríe creyendo que es una infantil broma sin saber que es un gran
temor.- no te rías, no me gusta.- dice sin poder aflojar sus manos
aún apretadas en los hombros del chico.
-Eh,
eh.- contesta él a toda prisa, agarra ambas mejillas de la chica de
los recados y pega su frente con la de ella.- no te ocurrirá nada
malo.
Él
la recoge entre sus brazos y ella se deja, en un par de pasos llegan
hasta un gran ventanal por el que está entrando la luz de la luna. Y
se vuelven a besar, los plomos siguen sin funcionar y la sala aún
está muy oscura, pero ella vuelve a poder distinguir esos perfectos
ojos azules gracias a esa luz de la luna.
La
deja en el suelo y termina de quitar todos los botones de la blusa,
consigue quitársela y empieza a recorrer todo su abdomen a base de
besos cortos. Casi ha terminado con el fino cinturón de su falda,
pero antes de desenrredarlo del todo ella tira de las solapas del
polo y pone esos ojos azules de nuevo frente a los suyos.
Se
las apaña y con mucha picardía hace que Niall se quite la parte de
arriba. Se lanza como una fiera contra su cuello y escucha un sonoro
gemido de él justo en su oído. De un empujón ella se apodera de la
situación, se coloca sobre él y empieza a moverse con el apretado
paquete de su jefe entre las piernas. Vuelven a chocar sus labios y
la sonrisa de Niall se hace notar al mismo tiempo que se escucha el,
clack, del sujetador.
-¿Lo
haces todo igual de bien?, ¿tanto como los proyectos de la
universidad?.- antes de que ella responda le da un rápido beso en
los labios.
-Según
cuanto me esfuerce.- contesta colocándole una mano en la rodilla.
La
va subiendo con lentitud y cuando llega a su entrepierna da ligeros
movimientos hacia arriba y hacia abajo sobre el pantalón y no
necesita mucho tiempo para empezar a notar los cambios que provoca en
él.
-¿Y
tu?, ¿lo haces todo tan impresionante como tus trabajos?.- acto
seguido se muerde el labio.
Él,
totalmente encendido, empieza a recorrerle ambos pechos con la boca y
cuanto más la oye disfrutar más empeño pone. Pone las manos en el
trasero de la chica, sobre la falda, y le acerca a él lo más
posible. No deja de besarla mientras introduce sus manos bajo la
falda para deshacerse de la ropa interior.
Ella
abre el primer botón del pantalón y le da un cálido beso en cuello
mientras se las apaña para bajar la cremallera. Él no se reprime y
vuelve a gemir al mismo tiempo en el que ella baja los pantalones y
no deja de darle besos en el abdomen.
Y
allí, en una ordinaria sala de oficina, se dejan llevar.
Al
día siguiente.
(Narra
_____)
Los
accionistas van cogiendo sitio en la mesa de reuniones, hablan de las
noticias del día y de dinero, nosotros nos evitamos la mirada. El
único sitio que queda libre es el que está junto al suyo, acepto y
tomo asiento.
Todos
han expuesto sus ofertas y ahora se mi tarea, me toca trasmitir la
propuesta para la nueva temporada de la empresa. Nuestras miradas se
cruzan por primera vez en la mañana, cuando me cede los papeles.
Algo se enciende en sus ojos, y yo aun no se que es.
-Estamos
convencidos de que estas nuevas medidas serán del agrado de todos,
pues creemos que...- no.- que... hemos proyectado todas y cada una de
las... - no, joder.- ventajas que les ofreceremos a... a nuestros...
- dios, no.- compradores en todo el...- capullo.- el pais.- trago
saliva y procuro tranquilizarme.
Él
decide dejar de torturarme, si esa es la mejor palabra para definir
esto que acaba de ocurrir. Saca la mano de debajo de mi falda y al
cruzar su mirada con la mía alza la ceja, sin duda, volviendo a
retarme.
Malditos ojos azules.
Uuuuu Esta Genial!
ResponderEliminarEs Que todos Tus One'shots Son Buenisimos!
Me los he leido todos un millon de veses y este no sera la exepsion! c:
Ajojsrngjrng que mona :3
EliminarHolaaaaaaaaaaaaaa! se que hace mucho que lo colgaste, pero al volvermelo a leer, te comento! jaajja
ResponderEliminarprimero te todo: me encantan todos y cada uno de los one shots, escribes muy bien
y segundo: FELICIDADES por esa imaginacion, que no se de donde te sale! y espero que sigas escribiendo mucho, que nunca me cansare de leerlos:)
besitooss:)