Ya estás hasta las narices de oírlos a ambos. Sí, son tus
amigos y sí, te caen genial. Pero es que, parece que no se vayan a callar en la
vida. ¿Tendrás tu la culpa que ambas novias le hayan engañado al mismo tiempo y
además con el mismo chico?, pues no, pero te tienes que tragar las quejas y los
insultos hacia ambas chicas. Y en parte te jode, porque las conocías de antes y
los avisaste a los dos, pero claro, ellos ¿para que escucharte?, era mejor
tener a su chica para follarsela casi cada noche. Estupendo. Y ahora, en vez de
mandarlos a la mierda y soltarles un, os lo advertí, estas en tu casa asintiendo
a todas las cosas malas que dicen de esas dos.
-Si es que soy gilipollas.-se queja.
-Harry.- suspiras.- que no por insultarte a ti mismo vas a
cambiar las cosas. Déjalo ya.
-Es que no lo entiendo, ¿cómo se puede ser tan puta?.- gruñe
y junta sus manos a la altura de su cintura echándose hacia atrás en el sofá.
Su cabeza acaba de caer en tu regazo.
-Si me hubierais escuchado en su momento, no estaríamos
teniendo esta conversación. Y lo sabéis.- respondes. Le dejas quedarse acostado pero te cruzas de
brazos mostrando una señal de enfado.
-Harry, no le hagas enfadar a ella. Es cierto que te
advirtió.- dice Louis desde el sillón. Entrecierras los ojos mirándole con
malicia y se encoge de hombros pidiendo perdón.- que nos lo advirtió.- se
corrige a si mismo.
-Así mejor.- dices cansada de ellos.
-
- -
Lleváis casi una hora en casa, os estáis tragando Insidius,
película que propusiste para sacarles un poco de su pensamiento y de paso dejar
de escucharles durante un rato. Observas a Louis sentado, apoyando una mano en
uno de los brazos del sillón y sujetándose la cara mostrando una señal de
aburrimiento. Serán pesados pero tampoco entiendes como has sido esas dos tan
idiotas como para dejarlos escapar. Ellos se pierden en la película y tu te
pierdes en el marcado brazo de Louis, subes la vista un poco, sigue con la
misma cara, pero al parecer se da cuenta de que estás clavando la mirada en él
y se gira, te sonríe sin mucha alegría a causa de su reciente, “despecho” y
vuelve a mirar la tele, crees que es imposible, pero puede que por un momento,
cuando él ha marcado esa sonrisa, a ti se te ha parado el corazón.
Algo se remueve en tus piernas, Harry se gira un poco para
ver mejor la tele. Quitas la mano que tenías en el respaldo y la bajas para
entretenerte acariciándole el pelo. Le da lo que parece ser un escalofrío y
sueltas una pequeña carcajada que provoca que se ría él un poco. Te vuelves a
reír porque notas el hoyuelo formado en su mejilla y le sigues acariciando el
pelo.
Bueno estarán decepcionados en este momento, pero has
conseguido que se rían por unos segundos.
-Jo, tengo hambre.- se queja él desde abajo. Se remueve para
mirarte y sin quererlo te pierdes en un abismo color verde. Pero eres rápida,
son tus amigos, ¿qué coño te pasa?
-¿Tu también Louis?.- preguntas mirándole.
-Algo.- dice moviendo la cabeza y alzando las cejas. Esta
vez no es un abismo verde. Es un escalofrío por culpa de unos ojos color azul
grisáceo.
¡Levántate de un vez y vete a la cocina!
-Vale.- sonríes- voy a ve que hay por ahí.- Harry se adapta
para dejar que te levantes y su pelo te hace cosquillas en la mano antes de
quitarla. Ufff.
Abres la nevera y coges el queso en lonchas y el jamón york
para preparar tres cutres sándwiches. Rebuscas por la despensa y coges el pan
de molde. Lo pones todo en una bandeja y empiezas a prepararlos. Te das cuenta
de que no has encendido la sandwichera. Genial, ahora tardaran más en hacerse.
-¿Te ayudo en algo?.- escuchas la voz de Harry desde la
puerta y le miras peleándote con la boca con el envoltorio de una lonchita de
queso. Se ríe por un momento de ti y tu logras abrir el plástico.
-Bueno ya que estás, enchufa la sandwichera. Voy a terminar
esto.- te pasas el pelo tras la oreja y le das la espalda para terminar el
segundo sándwich.
-Ya esta.- dice orgulloso.- por cierto.- se coloca a tu lado
y coge tu cara.- gracias por… distraernos y eso.
-Eh.- dices al borde de un ataque al corazón.- gracias…
supongo. No es nada.- sonríes.- somos amigos, ¿no?.- dices queriendo sonar
inocente, aunque por otra parte es porque te cuesta hablar. Dios, ¿desde cuando
provocas tanto Harry?
-Pues claro.- tuerce la sonrisa y esta vez se acerca a tu
oído.- lo somos.- susurra.
-Te oigo bien Harry, no hace falta que me lo digas tan
cerca.- te alejas un poco de su lado, aunque es una tontería, se te ve a
distancia que ese susurro apenas te ha dejado quedarte en pie.
-No creo que lo hayas entendido entonces.- se ha vuelto a
acercar y lo susurra otra vez en tu oído. Esta vez pegando sus labios al lóbulo
de oreja. Baja sus labios hasta tu cuello y notas como empieza a besarlo. No le
evitas, sueltas lo que tienes en las manos y te dejas guiar por el hasta que te
pega contra la nevera.
-¿Harry?.- preguntas, como puedes.
-Shhh.- te manda callar y aceptas. ¿Cómo no aceptar?, acaba
de empezar a recorrer con destreza sus labios sobre los tuyos.
¡PI, PI, PI!
Os separáis, escuchando el ruido de la sandwichera, lleva
mucho tiempo encendida.
-Yo, eh, esto… voy a meter los…
-Ah, ya.- sonríe y te vuelves a derretir.- la comida.- te
guiña el ojo y se va de la cocina.
¿Qué acaba de pasar?, te acabas de liar con tu amigo después
de que su novia le engañe. No te engañes (____), es solo despecho. Si continúas
este juego serás solo un rollo más de su lista.
Pones los sándwiches a calentar. Primero dos y mientras
esperas para poder meter el tercero abres una coca cola fría, coges tres vasos
y los pones en la gran bandeja junto al plato preparado con patatas fritas para
acompañar a los sándwiches.
Se hacen los dos primeros y metes el tercero.
-Nos vas a matar de hambre eh.- escuchas la risa de Louis.
-Sí.- te ríes.- es que me he puesto a hablar con Harry y me
he olvidado de meter los sándwiches, pero vamos, que no creo que tarden mucho.
Te giras para sacar el tercer sándwich y lo pones junto a
los demás.
-Oye, (____), ¿tu crees que hice mal?.- pregunta.
-¿A que te refieres Louis?
-Pues, lo de estar tanto tiempo con ella y eso… ¿estás
enfadada porque no te hicimos caso?
-No hombre.- te pone tal cara de pena que te ablandas frente
a esos preciosos ojos azul grisáceo. – me hubiera molestado más si ahora no os
hubierais dado cuenta.- su expresión sigue siendo triste.- de verdad Louis.- te
acercas y le pasas la mano por el pelo.- me alegra que hayáis abiertos los…-
mirar de nuevo y te pierdes en sus ojos azules.-… los ojos.
-¿Seguro?.- dice mientras te acaricia un poco la mejilla. Te
derrites ante ese gesto tan dulce.
-Seguro Louis.- sonríes.
-Mira que no quiero molestarte.- se muerde un poco el
labio.- de verdad.
Esta pasando otra vez. Pero ahora los ojos, las manos, la
respiración, los labios… todo es diferente. A pasado de ser salvaje a ser tierno.
Louis ha conseguido hacer que le mires fijamente y que te pierdas haciendo
danzar tu boca con la tuya.
Os separáis para coger aire y vuelve a por ti con un beso
corto. Le miras preguntándote si sabrá lo que acaba de pasar con Harry, pero no
le dices nada, sólo acabas con el momento diciendo que la comida ya está lista.
Asiente y como todo un caballero se lleva el la bandeja. Te
pasas la mano por los labios. Sabias que ambos son bastante atractivos pero
esto de montarse un lio en tu cabeza en un momento es una putada. Te estás
quejando de que sus chicas eran unas putas y tu ahora mismo te estás callando
como una.
Sigues a Louis hasta el salón y este deja la bandeja en la
mesa. Harry, que parece que en ningún momento haya dejado su sitio en el sofá,
se levanta y se sienta bien para dejarte sitio a ti.
-¿Qué me he perdido?.- dices mirando a la tele.
-Ahora mismo, un susto cutre.- dice Harry empezando a
devorar su sándwich.
-Vaya.- ironizas.
-
-
-
Están hablando mientras recogen sus cosas, se van a marchar
ya y tú aún te estás preguntando si lo que ha pasado antes te lo has imaginado.
De repente se callan y te miran fijamente.
-¿Es cierto?.- pregunta Louis.
-¿Eh?.- dices sin saber donde meterte.
-Te has enrollado antes con Harry.- dice sorprendido.
-Esto…yo…- ¡Joder!, habéis sido vosotros.
-Osea, que no me rechazas pero luego no le dices que no a
él.- dice Harry alzando las manos y casi restregándotelo.
-¿Qué?, no, no joder. Pero, si es que… me habéis pillado
ambos por sorpresa, coño.
-Yo flipo.- dice Louis negando con la cabeza.
Os miráis los tres, tenéis bastante confianza así que
soltáis una carcajada a la vez, tú, más aliviada por supuesto. Intentas hacer
una broma, así seguro que sales del paso y te puedes pensar durante la noche cual
te ha gustado más. Esto es serio, no quieres romper dos amistades tan fuertes.
-Es que no puede ser.- dices haciéndote la indignada y poner
tus manos en jarras.- los dos estáis que os rompéis y provocáis.- dices
riéndote y casi dando saltitos hasta la entrada para abrirles la puerta.
Mientras ellos terminan de coger sus cosas te retocas el pelo en el espejo y te
poner bien la camiseta. Aparecen sonriendo, menos mal, no les ha molestado.
-Hasta mañana chicos.- le dan dos besos a Louis.- hay que
repetir lo de la peli.- le das dos besos a Harry.
Les abres la puerta, pero antes de que puedas hacerlo del
todo una mano la empuja hasta cerrarla de un portazo. Te giras confusa y te
encuentras tu cuerpo pegado al de Harry.
-Así que provocamos.- dice sin librarte de la encerrona.
Apartas la mirada de él tragando saliva y miras a Louis, te
está sonriendo de nuevo. Crees que es una de las bromas de Harry o de Louis y
la está llevando a cabo él. Sea como sea obras por lo mismo de antes. Una nueva
broma para tranquilizar el ambiente.
-Claro, pero me cuesta decidirme.- te ríes esperando que él
también pero no lo hace, paras de reírte.
-Pues no decidas.- te agarra de la cintura y te pega a él.
-Hoy estáis graciosillos eh.- dices teniendo que volver ha
tragar saliva.
-Tiene razón, Harry.- dice Louis y empiezas a
tranquilizarte.- no podemos pedirle que no elija.- ¿qué?.- y menos si solo te
prueba a ti.- tira de tu brazo librándote de la encerrona de Harry y te pega a
él. Vuelves a notar la calidez de su boca, esta vez, en tu garganta.
-Louis.- dices suspirando.
-Tranquila.- susurra Harry a tu espalda.- si no tendrás que
decidirte.- te agarra desde la cintura por detrás y empieza a besarte en el
hombro.
-¿Chicos?.- dices como puedes en medio de un suspiro.
-¿Tu que dices Harry?, seriamos muy cabrones si tuviera que
decidirse, ¿verdad?
-Mucho.- y esta vez Harry te muerde con suavidad en el
hombro.- no se lo merece, se porta genial con nosotros.
-¿Es que os habéis vuelto locos?.- preguntas apartando tu
hombro de la boca de Harry, cosa que provoca que quedes más pegada a Louis.
Les miras a ambos, a Louis primero porque estás pegada a él
y a Harry después porque te gira con brusquedad y empieza a acariciarte el
pelo.
Y no saben cuanto les deseas, pero joder, ¿cómo vas a hacer
eso?. No te vas a enrollar con uno frente al otro, no vas a hacerlo… oh dios,
nada, un cálido beso de Harry está siendo depositado en tus labios y justo al
mismo tiempo Louis está acariciando tu vientre bajo tu camiseta, ¿y sabes qué?,
te estás dejando. Porque te pueden, porque acaban de hacer que las mariposas
revoloteen por tu tripa a su aire.
Louis… Harry… por un lado tus mejores amigos, por otro dos
perfectos dioses griegos capaces, seguro, de hacer que te corras con solo rozar
la parte más intima de tu cuerpo.
Te lanzas a los brazos de Harry y le sigues el beso
apasionada pero en vez de mantener tus brazos en sus hombros buscas las manos
de Louis a tus espaldas y haces que las suba un poco más, haces que te acaricie
los pechos por fuera del sujetador.
Tus labios sienten la rapidez de unos besos apasionados y tu
piel se está erizando bajo el tacto de unas manos dulces pero provocativas.
Louis te coge de la mano y empieza a guiarte hasta tu cuarto
mientras observas la imagen de Harry quitándose la camiseta. Muy bien, adiós
ovarios, gracias por explotar.
Llegas a la cama y mientras Louis busca con ansia tu boca te
acuesta con él, quedas en medio de la cama y a los pocos segundos el colchón se
balancea y Harry se tumba al otro lado. Definitivamente, te volverás loca,
deseas que te coman y no precisamente con la mirada. Sentirles, poseerles y que
te posean, a ambos.
Se te pasa por la cabeza hablar. Preguntarles que están
haciendo y sobretodo saber tu misma si estás dispuesta a llagar a donde ellos
quieren llevarte sin límite. Pero en los dos segundos que te paras a
pensártelo, es brutal la sacudida, Harry te agarra y hace que voltees hacia él.
Nada puede pasar entre vosotros, demasiado pegados, demasiado roce, demasiado
deseo hacia su persona. Le besas, como si no hubiera mañana, como si se te
fuera la vida en ello, pero al mismo tiempo murmuras un gemido en los labios de
Harry. El dueño de ese gemido, Louis. Ha pegado todo su duro paquete contra tu
trasero, se ha quitado los pantalones y la camiseta en menos de un suspiro y ha
empezado al mismo tiempo a adueñarse de todas las terminaciones nerviosas de
tus pechos. Juega con ellos desde atrás, los presiona con ferocidad.
Te adaptas en la cama y buscando ansiosamente de nuevo las
manos de Louis te adaptas en su cintura. Le recorres con la lengua el cuello,
el pecho, el abdomen. Has dejado sólo a Harry pero estás poniendo todo tu
empeño sobre el torso de Louis. Estás inclinada y escuchas los suspiros de
Louis a pocos centímetros de tu oído.
Un leve tirón en tu pelo a la vez que en tu cintura te
vuelve a adaptar en la cintura de Louis, le ves morderse el labio y te
humedeces los tuyos. Harry, Harry, Harry… él ha sido quien te ha cogido, por
supuesto. Empieza a acariciarte con más rapidez y sensualidad que Louis. No es
mejor, es diferente. Su mano baja por tu tripa y al mismo tiempo que notas como
remueve sus dedos entre tus labios, no los de la cara por supuesto, te deleitas
con un vaivén que te está sacudiendo el miembro de Louis entre las piernas.
Susurras el nombre de Harry pegando tu espalda a su pecho
mientras él te separa un poco y te quita la camiseta mientras Louis te aferra
de la cintura. Bajas las manos al cuello de Louis y esta vez el nombre que
susurras es el suyo mientras que notas como pasa sus manos por tu espalda para
desabrochar tu sujetador.
Una oleada de calor te recorre entera por dentro. Louis
empieza a acariciar tus pezones, uno con la lengua y otro con la mano, respiras
con tanta dificultad que lo único que escuchas es el latido de tu corazón.
Harry te eleva desde atrás, aprieta con fuerza tus muslos y logra levantarte hasta
que tus braguitas quedan a la altura de la boca de Louis, este empieza a
lamerte con ganas mientras que notas como se está deshaciendo de sus boxers.
Dios, tiene demasiada destreza con esa lengua, y el que Harry te esté
mordisqueando el cuello y apretando los muslos desde atrás no ayuda a que no
sientas las vibraciones en tu cuerpo.
Necesitas más de ellos y te lo van a dar.
Louis para de jugar con su lengua y marcando una sonrisa
picante se aparta y deja que Harry te desplome contra la cama, quedas bocabajo
y te giras para mirarles. Los tienes a ambos frente a ti. Desnudos, dispuestos
a hacerte por una noche la tía más jodidamente sensual del mundo.
Tomas el mando, te muerdes el labio inferior y te pasas la
lengua por la comisura. Harry da un tirón de ti y tu cuerpo parece que flota
hasta encontrarte con sus brazos. Te hace quedar sentada en los pies de la cama
y notas como el fuego se desprende en su mirada mientras te baja las braguitas
dándote a entender que ya puedes despedirte de tu cordura. En unos momentos, te
va a dejar extasiada, te lo puede jurar con solo mirarte.
Presiona su lengua contra tu clítoris y al mismo tiempo se
abre paso dentro de ti con sus dedos. Intentas gemir, gritar… pero nada puede
salir de tus labios. Louis te caya con un beso e introduce su lengua para
hacerla retorcerse con la tuya. Los besos descontrolados de Louis te empiezan a
embriagar y las manos de Harry te humedecen con un estilo digno de un maestro
sexual. Notas las contracciones, la sangre te está corriendo por las venas en
miles de direcciones, tiene que ser eso, los latidos de tu corazón aumentan, se
te saldrá del pecho, te vas a morir de placer allí mismo.
Aprietas las piernas y Harry nota el ardor de tu cuerpo en
su mano, arqueas la espalda y cuando notas que no aguantas más aprietas las
sábanas con las manos. Louis vuelve a por tu boca con un movimiento rápido y
empieza abajar con su lengua hasta llegar a uno de tus pezones torneados. No
puedes más, ya no, te corres en la mano de Harry, ¿cuanto han tardado en
conseguirlo?, pocos, demasiado pocos minutos han necesitado para hacerte gemir
de placer.
Deseas que te hagan suya, cual sea, pero que te sacie esa
necesidad que acaban de provocar en ti. Cambian sus posturas. Louis queda ahora
entre tus piernas, abres los ojos, estas expectante e indecisa. ¿Otra vez?, no,
no va a poder conseguirlo de nuevo. Tener dos orgasmos en tan poco tiempo es
imposible.
-No…- susurras.
Ese susurro provoca la sonrisa satisfecha de ambos, se miran
y Louis asiente hundiendo después su boca entre tus piernas. Dios, es más
rápido. Es imposible, no lo lograras… no va a poder conseguirlo…
Aparta su boca, aunque no demasiado, y presiona con fuerza
tu clítoris con dos dedos, empieza a frotar subiendo el nivel de los
movimientos y los espasmos vuelven a tu cuerpo. Harry se coloca en tu espalda,
te apoya en su pecho y coge tus pechos entre sus manos. Juguetea un poco
haciendo que las vibraciones de ambos sitios se sumen y te hagan volver a
explotar. Porque lo consiguen, vuelves a explotar, te deshaces en la boca de
Louis al mismo tiempo que estás siendo sometida a la dulce tortura de las manos
de Harry contra tus pezones.
Te recuperas tomando todo el aire que puedes, aun estás
temblando un poco. Harry te recoge, esta vez como si fueras de cristal y te
tumba sobre su pecho. Es precioso, es completamente perfecto.
Louis te gira, te agarra con fuerza por debajo de las
rodillas, él se coloca de rodillas y antes de que siquiera puedas esperar el
impacto te atrapa los labios con los suyos y empieza a entrar en ti. Cierras
los ojos, te aferras a su cuello y empiezas a gritar la palabra, más, repetidas
veces en su oído. Te complace, te da más. Más rápido, más placer.
Notas las manos de Harry en tu vientre y al mismo tiempo que
Louis entra y sale de ti con destreza te acaricia besándote en el cuello. Louis
hace que bajes un poco, no sin terminar contigo, pero si para hacer disfrutar
también a su amigo.
Tu pequeñísima coherencia vuelve un segundo a tu cabeza. Dos
chicos, dos maneras de hacerte gritar. Louis aumenta el ritmo, tu gritas y
antes de que te des cuentas Harry también a entrado en ti.
3 MINUTOS
Aún duele, nunca has hecho esto, Harry va despacio, sabe que
sí no hasta lloraras, pero te esta tratando bien, no hay tensiones por ningún
lado. Louis, por descontado, tiene que bajar el ritmo.
6 MINUTOS
Harry ya no es tranquilo, ya no te está tratando bien y eso
te está encantando. Aumenta su ritmo y escuchas el gemido de ambos a la vez. Te
está encantando. Louis acelera casi al mismo ritmo del que late tu corazón.
10 MINUTOS
Los dos paran. Tu has disfrutado de tu tercer orgasmo, esta
vez a tu pesar sin correrte.
Tendrás que darle algo a los dos, ellos te han hecho rozar
el maldito cielo. Por un lado tenías la calidad, pues Harry, aunque te hubiera
echo daño al principio era mucho más apasionado, y por otro lado tenías la
cantidad, no sabrás cuando centímetros han entrado en tu cuerpo pero sin duda
Louis estaba demasiado bien dotado.
Te quedas de rodillas en la cama, te repasas los labios con
la lengua y empiezas a succionar el miembro de Harry con tu boca. Tus movimientos
son tan rápidos y prácticos, que escuchas gemir a Harry y eso te provoca como
si fuera el sonido más ardiente del mundo. No te detienes y esta vez agarras
con una mano la latente erección de Louis. Apartas tu boca de la entrepierna de
Harry y te lanzas contra la de Louis, te cuesta más que todo eso te quepa en la
boca, es notablemente más grande. Ellos gimen al mismo tiempo, no dejas de
comerte a Louis y no dejas de masturbar, esta vez, a Harry.
Casi sincronizándose, ambos se corren al mismo tiempo. Un
poco ha caído sobre tu pecho y otro poco en tu vientre. Louis baja a tu boca y
te recorre entera los labios con su lengua, cierras los ojos y murmuras gemidos
en los labios de Louis mientras Harry pelea a su boca contra tus pechos.
Harry te coge en brazos, te pega del todo al él, notas su tórax
brillando en sudor pegado a tus pechos. Te muerde en el labio inferior y das un
grito extremecedor cuando esta vez son sus ojos verdes los que te penetran la
mirada al mismo tiempo que ha introducido su miembro caliente dentro de ti. De
nuevo es solo sexo con un chico, no, con un chico no, con lo más parecido a un
dios en todo caso. Si en este momento Louis también lo hiciera, por detrás, perderías
la cordura. Quieres volver a sentirles a la vez, y más cuando han cambiado sus
puestos. Quieres a dos dioses.
-Louis… Louis…- gimes aunque no sea Louis el que te esté
haciendo gemir si no el que esta masajeando tus pechos. La expresión de Harry
no cambia, no se molesta porque no hayas dicho su nombre, te hará implorarlo
ahora. Louis te susurra un, estoy aquí, en el lóbulo de tu oído y notas toda su
gran anatomía de nuevo dentro de ti. Otra vez te balancean ambos, otra vez los
dos se han adueñado de tu cuerpo. Harry es tan rápido que no puedes soportarlo
mucho más, se aparta de ti, sigue con sus manos y te vuelves a correr.
-¡Harry!.- chillas. Era cierto, no ibas a tardar en gritar
su nombre. Y eso, él, lo tenía más que claro.
_ _ _
Estás en el centro de la cama, definitivamente has perdido
el conocimiento, o la cordura, ¿qué más da?. Ha sido el mejor polvo de tu vida
y con los dos mejores tíos del mundo.
Observas a Harry, durmiendo bajo tu brazo, apoyado en tu
pecho, respirando con normalidad y suspirando de vez en cuando. Giras la cabeza
y miras a Louis, está despierto con su cabeza casi pegada a la tuya. Sonríes.
Vuelve la ternura que le caracteriza y te besa en la mejilla y notas también
como las manos de Harry se aferran un poco más en tu cadera y abre los ojos.
Les miras a los dos, pasas una mano por el pelo de Harry y
con la otra le rozas la nariz a Louis. Y quieres que sea así siempre.
-Jamás me pidáis decidir entre vosotros dos.
No, jamás podrás decidir entre la pasión desbordada de Harry
Styles y el cariño desenfrenado de Louis Tomlinson.